Con más del doble de misioneros que con respecto al 2022, se llevaron a cabo las misiones en el Campamento Alto Andacollo de Copiapó.

Entre los días 10 al 16 de enero de 2023, se realizó el segundo año de misiones en el campamento Alto Andacollo de la ciudad de Copiapó, instancia en la que se invitó a toda la Familia Vicentina del país a congregarse en torno a esta gran instancia. En total fueron 47 personas, de las distintas ramas, que acudieron al llamado de ir al encuentro con el pobre, en un proceso que busca compartir el amor de Cristo con quienes más lo necesitan en la ciudad nortina.

Los misioneros provenían de distintas ciudades: Iquique, Copiapó, Valparaíso, Santiago, Tomé, Puerto Montt y Punta Arenas, siendo integrantes de diversas asociaciones, congregaciones e instituciones ligadas a la Familia Vicentina de Chile. Así las cosas, la mayoría de los participantes proveían de la Juventud Marina Vicentina, estando presente miembros de las comunidades locales de San Vicente de Paúl, San Justino de Jacobis, Beato Pier Giorgio Frassati, Margarita Naseau y La Milagrosa. A ellos se suman seis Hijas de la Caridad, funcionarias de algunos Centros Educativos Vicentinos (escuela San Vicente de Paúl, colegio Regina Mundi y escuela La Milagrosa), una miembro de la ASEVI-AIC (comedor San José de Puerto Montt), dos voluntarias y un misionero vicentino.

El alojamiento fue en la escuela San Vicente de Paúl, establecimiento que, junto a la comunidad Nuestra Señora de La Milagrosa de las Hijas de la Caridad, se preocuparon de recibir a todos los misioneros con las mejores comodidades para el descanso, alimentación y reposo de estos.  Asimismo, este año se contó con dos voluntarias (mamás de miembros de JMV): Mirta Pinto y Elena Patiño, quienes aportaron todo su cariño y energía en la elaboración de las comidas de todos los días.

El lugar para misionar, como ya es sabido, es el campamento Alto Andacollo, un sector de la ciudad de Copiapó donde habitan principalmente familias de origen migrante. Las condiciones de vida en lugar son duras y de diferentes niveles de pobreza; no obstante, se destaca el gran ánimo de superación que distingue a las personas, que llegan al país en búsqueda de una mejor calidad de vida. En términos generales se puede decir que esta zona ha tenido un constante crecimiento, ya que cada vez son más los núcleos familiares que llegan a asentarse al lugar, lo que se transforma en un verdadero desafío para el proceso misionero que se está llevando a cabo.

La misión empezó el día 10 de enero, siendo este día dedicado a la formación. Los temas para tratar se relacionaron a los orígenes del proceso misionero en el campamento Andacollo, ¿cómo ser llegó al lugar?, primeras obras y puntapié inicial de la idea de realizar misiones en el sector. Se relató la experiencia de la premisión del 2022, las tareas realizadas y aquellas que quedaron pendientes. Otros aspectos tocados fueron las circunstancias que han cambiado a lo largo del año y los servicios específicos que se harían durante las jornadas. Finalmente, también hubo un repaso del significado de las misiones, abarcando el aspecto sinodal y vicentino de estas.

El resto de los días, hasta el domingo 15 de enero, fue de servicio en terreno en el campamento. Cada mañana los grupos de misión se dividían en diferentes sectores para hacer visitas domiciliarias a las familias, mientras que algunos voluntarios se turnaban para trabajar en el embellecimiento de los alrededores de la sede que tienen las Hijas de la Caridad en el campamento y la gruta de la Virgen. En las tardes, se llevaron a cabo diferentes actividades, entre las que se destacan la relación de colonias para niños en 3 puntos del campamento y taller de manualidades en la sede. Asimismo, hubo dos días en que se hizo un taller de arte – terapia para pre – adolescentes y una tarde de consultoría jurídica para migrantes. Todas y cada una de estas actividades contó con una gran participación de las personas misionadas, quienes no dejaban de agradecer los servicios realizados.

A lo señalado en el párrafo anterior se agregan, por una parte, la entrega del catecismo, tanto bautismal como de primera comunión a algunas personas (niños principalmente) que se acercaron para recibir y compartir la enseñanza de la fe. Por otra, también se destaca la práctica sacramental, donde se realizaron algunas unciones para los enfermos en casas donde había presente personas con distintos tipos de enfermades. Para cerrar, la celebración de la eucaristía fue realizada todos los días en el mismo campamento, como forma de finalización de las jornadas. Nuevamente, se desataca una mayor participación de personas en las misas con respecto al 2022.

En referencia a algunos sucesos destacados, se puede mencionar, primero, la visita del obispo de la diócesis de Copiapó Mons. Ricardo Morales, quién compartió con los misioneros en la cena del jueves 12. En la ocasión, felicitó la gran presencia de misioneros, contemplando que eran más del doble que la vez anterior, asimismo animó que el proceso siguiera en pie, ya que son muchas familias que necesitan apoyo material y espiritual en el sector. Segundo, el día viernes 13, durante la eucaristía en el campamento, se vivió un especial momento de investidura de pañolín juvenil de la Asociación, el que fue entregado al miembro de la comunidad Beato Pier Giorgio Frassati Mathias Bocanegra.

Finalmente, el lunes 16 se realizó un paseo recreacional al sector de Bahía Inglesa. El lugar de acogida fue la capilla San Francisco de Asís, en cuyo interior se vivió la última celebración eucarística, momento en que los misioneros pudieron expresar sus diferentes agradecimientos al Señor por lo vivido. Posterior al almuerzo, los participantes pudieron ir a disfrutar de las hermosas playas y aguas que bañan la costa de la región de Atacama.

Como conclusión, las misiones se pueden catalogar como un éxito de principio a fin, ya que se logró concretar la mayoría de las actividades que se tenían planificadas. Se debe mencionar que para la gran mayoría de misioneros esta sería su primera experiencia de misión propiamente tal, así como también fue el debut de la idea de realizar actividades como colonias para niños y talleres de manualidades. Ya se espera con ansias poder volver el próximo año, en este proceso que no busca otra cosa que ir al encuentro de Jesús, presente entre los más necesitados, al más puro estilo vicentino.

Misión Vicentina Copiapó 2023: “Como Iglesia en salida, vamos juntos al encuentro con Jesús”

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